

Música
Entre “aplanadoras” y papel picado, el Quilmes Rock tuvo un intenso cierre de su edición del regreso
Por Hernani Natale (*)
Divididos, Nathy Peluso, Los Auténticos Decadentes y Catupecu Machu se repartieron el domingo los protagonismos en la segunda y última jornada del Quilmes Rock, en el predio de Tecnópolis, lo que le otorgó un carácter fiestero y demoledor, en similares dosis, a ese cierre.
Ya es por demás sabido que Divididos carga con el mote de “la aplanadora del rock” desde hace varios años y que el trío integrado por Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella renueva esos laureles en cada presentación; pero los otros números también causaron un vendaval sonoro en sus respectivos sets, cada uno con su diferente estilo.
Mientras que la argentina radicada en España conmovió con su hipnótico manejo escénico; la comodidad por la que se movió por distintos ritmos, desde géneros latinos pasando por aires de flamenco, hip-hop y hasta punk electrónico, y su notable banda magistralmente comandada por Didi Gutman; Los Auténticos Decadentes puso en marcha su ajustado carnaval sonoro.
En tanto, Catupecu Machu tuvo un reencuentro histórico con casi todos los que pasaron por la banda en algún momento, para recordar la intensidad que le insufló a la escena local y, por otro lado, para homenajear a Gabriel Ruíz Díaz.
Sin embargo, estas fueron apenas algunas de las actuaciones que pudieron disfrutar las 60 mil personas que circularon por el predio desde el mediodía del sábado hasta cerca de la una del lunes, según datos de la organización.
Mientras en los dos escenarios principales se repartían estos sets desde la mitad de la tarde hasta la noche, además de los de Turf, Lit Killah, Dante Spinetta, Los Tipitos y Juan Ingaramo, entre otros; en otros espacios alternativos desfilaron figuras como Massacre, La Franela, Kapanga, Barbi Recanati, Bándalos Chinos, Celeste Carballo, Richard Coleman, Guasones, Lara 91K, Sr. Flavio, Ella es tan Cargosa, Los Brujos y los Súper Ratones, por citar apenas algunos nombres.
Cuando todavía resonaban los ecos del sábado de Gorillaz, la gran atracción de la primera jornada; en las primeras horas de la tarde, Dante Spinetta, Los Tipitos y Massacre comenzaban a ponerle color al segundo capítulo de esta edición.
Hacia la mitad de la tarde, cuando el público comenzaba a llegar de manera masiva, como si alguien hubiera subvertido el orden de la música en una fiesta y hubiera empezado por el carnaval carioca, Kapanga, Turf y Los Auténticos Decadentes animaron un vespertino baile colectivo.
Casi en simultáneo a Kapanga, Turf se valió de la gracia de su líder Joaquín Levinton y de pegadizos hits para marcar presencia en una nutrida grilla. “Loco un poco”, “Pasos al costado” y una versión tecno pop de “Lamento boliviano” de Los Enanitos Verdes fueron algunos de los clásicos que sacaron a relucir.
Como si estuviera dejando el terreno listo para el show de Los Decadentes, que se iniciaba en el escenario de al lado a continuación, Levinton organizó un pogo entre el público con el que se animó a desafiar al Indio Solari -“Esto es para el Indio que lo está mirando por Flow”, bromeó-, para que desatara su locura en “Yo me quiero casar, ¿y usted?”, en donde se sumó como invitado Cucho Parisi.
La fiesta siguió en el escenario vecino cuando el convidado de lujo al final del show de Turf puso su voz al frente de “Somos” para iniciar el carnaval decadente. La andanada de hits incluyó “Cómo me voy a olvidar”, “Pendeviejo”, “La guitarra”, “Vení Raquel”, “La prima lejana”, “Un osito de peluche de Taiwan” y “Loco (Tu forma de ser)”, entre tantos.
Pero detrás de los irresistibles cánticos y el papel picado, una vez pudo verse a una banda que, bajo la apariencia del caos, se mueve con maestría por la murga, el ska y la cumbia, entre otros ritmos.
La brillantez sonora de Los Decadentes se notó con fuerza fundamentalmente en la lectura de “Los viejos vinagres” de Sumo, donde la flauta traversa de Pablo Rodríguez llevó al tema hacia los territorios del free jazz. El carnavalito reggae de “Gente que no” al estilo de “Cuando pase el temblor” fue otro punto alto.
El tono de fiesta mutó por completo con la irrupción de Lit Killah en el escenario contiguo al término de Los Decadentes, con un set que, más allá de su marcada impronta urbana, tuvo sus incursiones en orquestaciones al estilo big-band, con arremetidas de la sección de viento; y aires folclóricos.
Nathy Peluso tuvo un arrollador paso en lo que fue su primer show en el país desde que cuenta con un reconocimiento mundial que la convierte en una requerida figura en grandes festivales internacionales.
En tanto, en tiempos en donde las pistas grabadas son moneda corriente en cualquier show, Divididos se diferenció con un set cien por ciento tracción a sangre, en donde el rock en estado puro dijo presente.
Los decibeles subieron al máximo en un repertorio que incluyó “Haciendo cosas raras”, “Narigón del siglo”, “Alma de budín”, “Azulejo”, “Salir a comprar”, “Rasputín”, “Paraguay”, “Paisano de Hurlingham”, “Ala Delta” y “El 38”, entre otros clásicos.
También hubo notables homenajes a Pappo con “Sucio y desprolijo”, a Sandro con “Tengo”, a Javier Martínez con “Salgan al sol” y, por supuesto, a Sumo con “Crua Chan”, “El ojo blindado” y “La rubia tarada” en medio de “¿Qué tal?”.
“Spaghetti del rock” y “Par mil” dejaron un resquicio para tomar aire, mientras que “Amapola del 66” permitió un sentido homenaje a través de su imagen al histórico mánager Jorge “Killing” Castro, recientemente fallecido.
El incendiario set que se inició con un video de Mollo en guardapolvo blanco cantando el Himno Nacional Argentino junto a la Orquesta Filarmónica de Mendoza, dirigida por Gustavo Fontana; concluyó a puro pogo con la lectura hardcore de “Cielito lindo”.
La energía siguió a pleno con Catupecu Machu, en una versión que mostró juntos a Fernando Ruíz Díaz, Abril Sosa, Macabre, Sebastián Cáceres y Agustín Rocino, a los que se sumaron los Vanthra Charlie Noguera y Juli Gondell.
En un extenso set, el grupo fue mostrando distintas formaciones para abordar canciones de todas sus etapas, mechadas con videos caseros o entrevistas a Gabriel Ruíz Díaz.
Sr. Flavio, a quien Fernando definió como “uno de los cinco héroes del bajo de Gaby“, se sumó en “En los sueños”, que derivó en un popurrí que incluyó “Mañana en el abasto”, “Manuel Santillán, el león” y “Siguiendo la luna”; y Walas hizo lo propio en “Plan B”.
De esta manera, la edición del Quilmes Rock que marcó su regreso a la presencialidad desde 2013 y luego de un encuentro virtual en 2020, llegó a su fin con un balance satisfactorio.
Desde lo artístico, la grilla tuvo un predominio de artistas locales con fuerte perfil rockero y pop, aunque Gorillaz y Nathy Peluso le dieron el toque internacional, en tanto que nombres como Trueno, Lit Killah o Lara91K dejaron la marca urbana.
También fue un éxito de público con entradas agotadas para los dos días, lo que supuso una circulación de 60 mil personas por jornada.
En un año en que otra vez se pudo disfrutar del Cosquín Rock y de Lollapalooza Argentina, y en el que se anuncia el desembarco del prestigioso Primavera Sound con una impresionante grilla, el Quilmes Rock ya se anota entre los grandes encuentros musicales que nutren la agenda anual festivalera.
(*) Agencia de noticias Telam.

Clips
“El Hombre Puerco” tema del último álbum de Airbag

“El Hombre Puerco”, es una canción incluida en el último álbum de Airbag, “El Club de la pelea I”.
El tema, con la voz de Guido y la impronta característica de la banda, expone la ambición desmedida del hombre en una crítica directa y poderosa que reafirma su esencia rockera.
La banda estrenó “El Club de la pelea I” el 27 de marzo y acumula millones de reproducciones en las plataformas digitales. El lanzamiento de esta canción mostró que el álbum aún no está cerrado, todavía faltan sorpresas para la llegada de la segunda parte.
Cada vez que los hermanos Sardelli suben a un escenario, reafirman su lugar como una de las bandas más grandes y respetadas del país. Con su trayectoria en constante ascenso, se convirtieron en referentes indiscutibles del género marcando un hito en la historia del rock.
Cine
La música y el cine lloran la muerte de Lalo Schifrin

El mundo de la música y el cine llora la pérdida de Lalo Schifrin, el legendario compositor argentino que marcó una era con su inconfundible banda sonora para “Misión: Imposible”.
A los 93 años, Schifrin falleció la tarde de este jueves debido a complicaciones derivadas de una neumonía, según confirmó el medio estadounidense Variety. Su obra, que abarca décadas y géneros, deja un legado que trasciende fronteras y generaciones.
Nacido en Buenos Aires en 1932, en el seno de una familia profundamente musical —su padre, Luis Schifrin, fue primer violín del Teatro Colón—, Lalo mostró su talento desde temprana edad.
A los seis años comenzó a estudiar piano con maestros de la talla de Enrique Barenboim y Andreas Karalis. Aunque ingresó a la carrera de Derecho en la UBA, su verdadera pasión lo llevó a abandonar los tribunales por las partituras, ganando en 1952 una beca para estudiar en el prestigioso Conservatorio de París.
Éxito en Hollywood
En París, Schifrin encontró su voz artística al combinar la rigurosidad de la música clásica con la libertad del jazz, tocando en clubes nocturnos y representando a Argentina en el Festival de Jazz de 1955 junto a Astor Piazzolla. De regreso a Buenos Aires, formó una big band que captó la atención del legendario trompetista Dizzy Gillespie, quien lo invitó a unirse a su quinteto en Estados Unidos entre 1960 y 1962.
Este fue el trampolín que lo llevó a Hollywood. Contratado por Metro-Goldwyn-Mayer, Schifrin se instaló en Los Ángeles, en una casa en Beverly Hills que alguna vez perteneció a Groucho Marx. Allí, su genio creativo dio vida a algunas de las bandas sonoras más icónicas de la historia, como la de “Misión: Imposible” (1966), cuyo tema principal sigue siendo sinónimo de intriga y acción, y “Harry el sucio” (1971), que definió el sonido del cine policial de los años 70.
Un estilo único
La obra de Schifrin es un crisol de influencias: jazz, música clásica y ritmos latinoamericanos se entrelazan en sus composiciones, creando un estilo único que resonó en películas, series y escenarios de todo el mundo. Durante las décadas de 1960 y 1970, su época dorada, produjo bandas sonoras para títulos como “Bullitt” (1968) y “El golpe” (1973), consolidándose como un referente de la música audiovisual.
A pesar de su edad, Lalo Schifrin nunca dejó de crear. En 2025, estrenó su sinfonía “¡Viva la Libertad!” junto al compositor Rod Schejtman en el Teatro Colón, un regreso triunfal a sus raíces porteñas. Hasta sus últimos días, recibió homenajes por su trayectoria, que incluye seis nominaciones al Oscar y un Grammy, entre otros reconocimientos.
Música
Los Palmeras hicieron pública la razón de la disolución de la banda

La histórica banda de cumbia Los Palmeras anunció su disolución en medio de un fuerte conflicto interno con su cantante emblemático, Rubén “Cacho” Deicas, quien recientemente denunció que no lo dejaron regresar a los escenarios tras un problema de salud.
Según supo la agencia Noticias Argentinas, la crisis se desató luego de que Deicas publicara un video en sus redes sociales donde afirmaba que, pese a su recuperación tras un ACV isquémico sufrido a comienzos de año, la banda no le permitía retomar la actividad musical.
Horas más tarde, la cuenta oficial de Los Palmeras compartió un comunicado en el que confirmaron la disolución de la sociedad:
“Lamentamos profundamente la situación que estamos atravesando como grupo. Luego de intentar por todos los medios y personas posibles tener un contacto personal con el Sr. Rubén Deicas, recibimos de su parte, en fecha 22 de mayo del 2025, una carta documento donde describía su delicado estado de salud y sus impedimentos“, expresaron.
Los Palmeras en Instagram: “𝐀𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬, 𝐀 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐜𝐢ó𝐧, 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐨𝐟𝐢𝐜𝐢𝐚𝐥, 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐭𝐚𝐥𝐥𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐬𝐢𝐭𝐮𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐭𝐨𝐜𝐚 𝐚𝐭𝐫𝐚𝐯𝐞𝐬𝐚𝐫. Luego de intentar por todos los medios y personas posibles tener un contacto personal con el Sr. Rubén Deicas, a los fines de saber su evolución por el desafortunado tema de salud que le tocó vivir, sorpresivamente recibimos de su parte, en fecha 22 de mayo del 2025, una carta documento donde describía su delicado estado de salud y sus impedimentos. A partir de ello, se le hizo saber entonces que, por su estado de salud, la sociedad que conformamos entró en una de las causales establecidas en la norma para proceder a su DISOLUCIÓN, ya que no puede desarrollar la actividad que constituye su objeto, que es fundamentalmente la actuación en eventos artísticos y musicales, tanto en el país como en el extranjero, y la producción y comercialización de fonogramas. Se le hizo saber entonces, por carta documento remitida en el mes de mayo del corriente año al Sr. Rubén Deicas, que, dada su delicado estado de salud a partir del desafortunado hecho que le ha tocado vivir, y el cual él mismo describe en carta recibida en fecha 22 de mayo de 2025, y siendo uno de los socios obligados al cumplimiento del objeto del contrato social, pero estando impedido por motivos de salud para hacerlo, y sin que exista una fecha siquiera posible y/o probable para asegurar el cumplimiento de sus obligaciones como socio, que corresponde proceder a la inmediata DISOLUCIÓN de LOS PALMERAS PRODUCCIONES S.R.L. El conjunto musical Los Palmeras seguirá cumpliendo con todos y cada uno de sus compromisos, tal como lo ha hecho hasta la fecha, brindando alegría desde los escenarios a la gente”
“A partir de ello, se le hizo saber entonces que, por su estado de salud, la sociedad que conformamos entró en una de las causales establecidas en la norma para proceder a su disolución, ya que no puede desarrollar la actividad que constituye su objeto”, agregaron.
A pesar de la ruptura institucional, la agrupación seguirá cumpliendo con los shows pautados:
“El conjunto musical Los Palmeras seguirá cumpliendo con todos y cada uno de sus compromisos, brindando alegría desde los escenarios a la gente”.
El conflicto
Deicas fue internado en enero de 2025 durante cinco días por un ACV isquémico. En plena rehabilitación, se produjo un cruce mediático con el acordeonista Marcos Camino, a quien acusó públicamente de querer echarlo de la banda. Aunque en un principio hubo una supuesta reconciliación, la tensión volvió a crecer.
Para cubrir su ausencia, la banda sumó temporalmente al joven músico Pablo López, integrante del grupo desde 2021. La presencia del nuevo cantante generó rumores de reemplazo definitivo, lo que encendió aún más la interna.
En medio del escándalo, Cacho modificó su biografía de Instagram, eliminando la referencia a Los Palmeras y reemplazándola por “cantante de cumbia santafesina”, gesto que fue interpretado como el cierre de una etapa.
Los Palmeras, fundados en 1972 en Santa Fe, se convirtieron en uno de los máximos referentes de la cumbia santafesina. Su disolución marca el fin de más de cinco décadas de historia musical.
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