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A los 79 años murió Pablo Milanés, un ícono de la canción cubana
El cantante y compositor cubano Pablo Milanés, uno de los más destacados exponentes de la Nueva Trova Cubana junto a Silvio Rodríguez, falleció este martes a los 79 años en Madrid, España.
“Con gran dolor y tristeza, lamentamos informar que el maestro Pablo Milanés ha fallecido esta madrugada del 22 de noviembre en Madrid. Agradecemos profundamente todas las muestras de cariño y apoyo, a toda su familia y amigos, en estos momentos tan difíciles. Que descanse en el amor y en la paz que siempre ha transmitido. Permanecerá eternamente en nuestra memoria”, indica un comunicado difundido por la oficina artística del músico en Facebook.
Milanés se encontraba hospitalizado desde el 13 de noviembre a causa de una inflamación en la vesícula biliar y una infección en el riñón, que lo obligó a cancelar varios conciertos de su gira “Días de luz”.
El artista tenía un frágil estado de salud y sufría, entre otras dolencias, un trastorno renal por el que recibió un trasplante de riñón en 2014.
El compositor y guitarrista dio su último concierto el 21 de junio pasado en La Habana, donde actuó para miles de personas en un estadio deportivo.
“A pesar de mis 27 operaciones, salir a cantar es mi vida, es lo que me da emoción. Me da ganas de vivir contemplar la magia que se vive cuando empiezo a cantar y eso es inenarrable”, declaró en una entrevista con la agencia de noticias Télam realizada en febrero del 2019.
Nacido en1943 en Bayamo, Milanés, una de las voces más reconocidas de la música cubana, fue fundador del Movimiento Nueva Trova junto a Silvio Rodríguez y al fallecido Noel Nicola y, como parte de aquel colectivo, exhibió al mundo canciones que se convirtieron en himnos como “Yo pisaré las calles nuevamente”, “Yolanda” y “Años”.
Aquel movimiento marcó un resurgimiento de la composición musical de la isla.
Con esa imponente obra bajo el brazo y un permanente apego por el romanticismo, Milanés forjó un camino propio en la canción iberoamericana.
A lo largo de su vida, editó más de 50 discos, recibió, entre otros, el Premio Nacional de Música de Cuba y el Grammy Latino a la Excelencia Musical, y colaboró con músicos como el pianista de jazz Emiliano Salvador, el cantante Víctor Manuel y Xiomara Laugart,
Fue un artista reconocido y admirado a nivel mundial, se presentó durante décadas en distintos escenarios de América Latina y mantuvo un eterno idilio con el público argentino.
Milanés se encontraba hospitalizado en Madrid debido a “los efectos de una serie de infecciones recurrentes que en los últimos tres meses han venido afectando a su estado de salud”, según un comunicado.
“Esta situación clínica -indicaba la nota- es secundaria a una enfermedad oncohematológica que sufre desde hace varios años y que le exigió instalarse en Madrid a finales de 2017 para recibir tratamiento”.
Por estos motivos, “fueron cancelados los conciertos de Milanés previstos para las próximas semanas, y suspender toda su actividad artística mientras dure esta circunstancia”, señalaba el texto
El músico tenía previsto actuar el 30 de noviembre en Ciudad de México y el 5 de diciembre en Santo Domingo; además, su agenda incluía una actuación en la ciudad española de Pamplona.
El 30 de enero de este año, el artista sufrió la pérdida de su hija, la cantante cubana Suylén Milanés Benet, quien falleció a los 50 años a causa de un accidente cerebrovascular.
La música de Pablo Milanés acompañó a diferentes generaciones y dejó una huella imborrable en la canción latinoamericana.


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Todo Brasil despide a Rita Lee

Miles de personas despidieron este miércoles en San Pablo los restos de la cantante e ícono del rock brasileño Rita Lee, fallecida a los 75 años víctima de cáncer de pulmón, durante los funerales públicos realizados en el Planetario del Parque Ibirapuera, principal pulmón verde de la mayor metrópoli sudamericana.
En un día lluvioso, los fanáticos y público en general hicieron fila para la apertura de los portones del planetario, que era uno de los lugares favoritos de la cantante paulista, vocalista de la legendaria banda psicodélica de fines de los sesenta Os Mutantes.
Así, abuelas, hijas y nietas llegaron “vestidas de Rita” a la despedida, con las gafas modelo John Lennon pero rosas, toda una marca de la reina del rock brasileño, autora de hits como “Oveja Negra”, “Lanza Perfume”, “Manía de tí”, “Amor y Sexo” y “Baila Conmigo” que forman parte de la cultura universal de los brasileños.
Los fanáticos ingresaban con remeras con la cara de Rita Lee, que era homenajeada con figuras en los carteles de Led del Parque Ibirapuera, el principal de San Pablo, cuya arquitectura premiada fue ideada por el arquitecto Oscar Niemeyer.
“Venimos a despedir a Rita con mucha alegría, más que dolor, sentimos agradecimiento y venimos a agradecer”, dijo Edith Almeida, de 52 años, que estaba con su hija adolescente en la fila, ambas con camisetas de la cantante, bajo la garúa.
Varias personas llevaban flores y dibujos al planetario, el lugar donde Rita Lee, fanática del cosmos, acudía casi semanalmente para relajarse en el verde de la gran mole de cemento con 13 millones de habitantes y 7 millones de automóviles que es San Pablo, ciudad que forjó su vanguardismo.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva decretó luto de tres días por el fallecimiento de la cantante.
En diálogo con periodistas, uno de los tres hijos de la cantante, Joao Lee, aseguró que su madre era la heroína de su vida.
“Ella tenía una forma de comunicarse única. Tuve el privilegio de haber pasado 43 años con ella aprendiendo. Para mí será eterna, como lo será para todo el mundo”, dijo Joao Lee.
Entre los presentes estaban las fans que llegaban desde todos los rincones de Brasil como Isabella Silva Machado, que viajó 17 horas en micro desde Vitoria, capital del estado de Espirito Santo. “Ella cambió mi vida, ella representa la rebeldía, la creatividad, ella enseñó a las mujeres a pasarla bien, ser libres”, dijo la joven de 24 años.
En su autobiografía de 2016, la cantante imaginó cómo serían los minutos posteriores a su muerte, ocasión en la que pidió, por ejemplo, a los políticos no acudir a su velorio.
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Subastan más de 1.500 objetos personales de Freddie Mercury

La casa de subastas Sotheby’s pondrá a la venta más de 1.500 lotes que integran la extensa colección personal del cantante de Queen Freddie Mercury, entre los que hay desde piezas de arte japonés, pinturas y joyas hasta manuscritos de canciones, cartas autografiadas y trajes.
Durante seis subastas temáticas que tendrán lugar en septiembre, los objetos del cantante fallecido en 1991 podrán ser adquiridas por fanáticos y coleccionistas.
Previo a la subasta que se dará más de 30 años después de su muerte, el público podrá visitar una exhibición cronológica que muestra el legado de Mercury con piezas notables de la colección que eran parte de su casa Garden Lodge, en el barrio de Kensington.
Tras se exhibidas en Nueva York, Los Ángeles y Hong Kong, las piezas serán subastadas desde el 4 de agosto al 5 de septiembre en la sede de Sotheby’s en calle Bond Street.
Los lotes incluyen borradores de algunas de sus canciones y también los llamativos trajes que Mercury vestía en los conciertos, entre ellos la mítica corona que llevó durante la última gira de Queen en 1986.
Aquella pieza tiene hoy un valor histórico especial y la casa de subastas quiso hacerlo explícito. Inspirada en la corona con la que se consuman las coronaciones en el Reino Unido, la pieza se exhibirá en las ventanas de Sotheby’s New Bond Street desde este miércoles hasta el 5 de mayo, en la antesala de la coronación del rey Carlos.
Mercury era conocido por ser un gran coleccionista. Cuando murió en noviembre de 1991 por complicaciones relacionadas con el HIV, su patrimonio ha sido custodiado por una amiga, Mary Austin. Parte de las ganancias que resulten de la subasta se donarán a una organización benéfica, “Mercury Phoenix Trust”, y a la fundación del cantante y amigo de Mercury, la “Elton John Aids Foundation”. Las dos organización trabajan en la lucha contra el HIV.
“Durante muchos años, tuve el privilegio de vivir rodeado de todas las cosas maravillosas que Freddie buscaba y amaba -sostuvo Austin en un comunicado-. Pero los años han pasado y ha llegado el momento de la decisión de cerrar este capítulo tan especial en mi vida. Era importante para mí hacer esto de una manera que siento que a Freddie le hubiera encantado. Y no había nada que le gustara más que una subasta”, reflexionó la amiga del cantante sobre los motivos que la llevaron a lanzar la venta.
Según las estimaciones de los voceros de Sotheby’s, la valuación de la colección está estimada en 6 millones de libras esterlinas.
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Muere a los 88 años el escritor japonés Kenzaburo Oe, Premio Nobel de Literatura

El escritor japonés Kenzaburo Oe, premio Nobel de Literatura en 1994 y reconocido por sus posiciones antibelicistas y una obra literaria que buscó dar cuenta de las transformaciones de la sociedad moderna, murió a los 88 años por causas naturales, informó este lunes la editorial nipona Kodansha.
Conocido por su postura pacifista y antinuclear, Oe fue parte de una generación de escritores “profundamente herida” por la Segunda Guerra Mundial, pero llena de esperanzas de un renacimiento.
“Murió de avanzada edad en las primeras horas del 3 de marzo”, indica la editorial en un comunicado, donde además solicita que no se contacte por respeto a la familia, que ya ha celebrado un funeral en la intimidad, aunque aclara que próximamente habrá una ceremonia pública.
La llegada de su hijo Hikari en 1963, que nació con hidrocefalia y diagnosticado de autismo, marcó su vida y su literatura, con títulos como “Una cuestión personal” o “Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura”. Otros temas recurrentes en su narrativa fueron las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en su país y su proceso de modernización.
Oe había nacido en la prefectura de Ehime, en el suroeste de Japón, en 1935 y estudió literatura francesa en la Universidad de Tokio, una formación que marcó su literatura: siempre se lo consideró muy influenciado por la narrativa gala, especialmente por Jean Paul Sartre.
El escritor concretó su literario con el texto “Un trabajo extraño” (1957) y saltó a la fama de la mano de “Cuadernos de Hiroshima” (1965), relato de su viaje a esta ciudad del sur de Japón en 1963 y años posteriores con el fin de entrevistar a las víctimas del bombardeo atómico de 1945. Más tarde, en 1970, también publicaría “Cuadernos de Okinawa”, una bitácora de viaje donde Oe narra sus encuentros con los residentes de este conjunto de islas del sur de Japón, y cuestiona las condiciones de vida en esta región y el poder ejercido por el gobierno central sobre la misma.
En 1958, ganó el reconocido premio Akutagawa para jóvenes autores con “La presa”, sobre un piloto afroestadounidense cautivo en una comunidad rural japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, y ese mismo año, publicó su primera gran novela, “Arrancad las semillas, fusilad a los niños”, una fábula social sobre los niños de un centro correccional en Japón durante la guerra.
Su consagración decisiva llegaría en 1994 cuando obtuvo el premio Nobel de Literatura, que obtuvo por crear “con una gran fuerza poética un mundo imaginario donde la vida y el mito se condensan para formar un retrato desconcertante de la frágil situación humana”, en palabras del jurado.
Pese a que tenía como máxima no relacionarse con gobiernos de ningún tipo, ni en su país ni fuera, consideró que el Nobel le fue otorgado por el pueblo sueco y lo aceptó, convirtiéndose en el segundo escritor japonés que obtenía el máximo galardón literario, tras Yashunari Kawabata en 1968. Posteriormente, en 2017, lo recibiría Kazuo Ishiguro.
En su faceta más periodística, el autor escribió artículos en periódicos y revistas sobre la situación nuclear a la que se enfrenta el Japón actual y participó activamente en varios grupos en contra de este tipo de energía.
Además del Nobel en 1994, el escritor fue galardonado con otros premios de prestigio como el de Literatura en la Universidad de Tokio en 1957 y el Akutagawa en 1958, considerado el más importante entre escritores jóvenes en el archipiélago, cuando tenía tan solo 23 años.
En los últimos años, sumó su voz crítica a acontecimientos como el accidente nuclear de Fukushima, en 2011, pidiendo al Gobierno de Tokio la paralización de todas las actividades nucleares en el país.
El nacimiento en 1963 de un hijo discapacitado, Hikari (“Luz” en japonés), dio un vuelco a su vida personal y un nuevo impulso a su obra. “Escribir y vivir con mi hijo se superponen y esas dos actividades sólo pueden profundizarse recíprocamente. Me dije que, sin duda, es ahí donde mi imaginación podría tomar formar”, explicó alguna vez.