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Artes Plásticas

Picasso, 140 años de un artista que siempre está dando qué hablar

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Por Milena Heinrich (*)

Con subastas millonarias, donaciones para evadir cargas fiscales, o nuevos descubrimientos -como un dibujo perdido hace casi 100 años-, se cumplen este 25 de octubre los 140 años del nacimiento de Pablo Ruiz Picasso, acaso el mejor artista del siglo XX, autor de la emblemática “Guernica” y cuya obra sigue cosechando el interés, la admiración y también la polémica de espectadores de todo el mundo.

Con al menos seis museos dedicados a su obra en España y otro en Francia, la picassomanía recuperó su entusiasmo el último sábado cuando la casa Sotheby´s subastó por más de 40.000.000 de dólares la obra “Femme au béret rouge-orange” (“Mujer con gorro rojo-naranja”) uno de los últimos retratos que hizo el artista de Marie-Thérèse Walter, modelo y madre de su hija Maya, que inspiró muchos de sus trabajos más icónicos de la década de 1930, especialmente los de tono más eróticos.

Pero las cifras millonarias atribuidas al artista nacido un 25 de octubre de 1881 en Málaga (España) y fallecido en Mougins (Francia) en 1973 a sus 91 años, no fueron una excepcionalidad pandémica o fruto del azar: el lote de esa obra incluía otras diez que pertenecían a la colección de la empresa MGM Resort y en total se recaudaron 108,87 millones de dólares, lo que recuerda que Picasso sigue figurando entre los artistas más cotizados del mundo entero.

Como su vida que cabalgó entre España y Francia, país que adoptó en el exilio del franquismo, la mayor cantidad de obras del artista circulan en estas regiones aunque lo cierto es que hay piezas por todos lados porque el propio artista donaba mucha obra (con este impulso se creó el Museo Picasso de Barcelona, a deseo del pintor). Aunque su capacidad de producción parece ser infinita, se calculan que las piezas producidas por Picasso llegan a 45.000 obras entre cerámicas, óleos, grabados, esculturas y dibujos. La escala de producción es tan impactante que cuando llegaron a un número tentativo para concluir el inventario, Claude, uno de los hijos, así lo ilustró: “Tendríamos que alquilar el Empire State Building para albergarlas todas”. En nuestro país, por ejemplo, el Museo Nacional de Bellas Artes tiene en su poder algunas obras, como “Mujer acostada”, un óleo de estilo cubista que actualmente está en exhibición.

Mujer acostada

Lo cierto es que no todas las obras suponen las mismas disputas para las instituciones y sabido es el reclamo que hace años llevan adelante algunos movimientos exigiendo que el “Guernica”, que es propiedad del Estado español desde 1937, se instale en la localidad vasca que inspiró a Picasso y no en el Reina Sofía de Madrid.

También es cierto que durante el largo proceso de sucesión tras su muerte, el país galo se quedó con varias obras como pago de impuestos, ya que fue un legado complejo de organizar, agravado por la falta de testamento. Este año algo similar volvió a ocurrir cuando el museo que lleva su nombre en el Palacio Sale y que atesora mas más de cinco mil piezas, percibió la donación de nueve piezas cedidas por su hija Maya para poder hacer frente a las altísimas cargas fiscales.

Pero el universo de Picasso no termina sólo en glamorosas cifras económicas o tironeos sobre las colecciones y sus propiedades. Las noticias traen curiosidades, como hace pocos días cuando el Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York pudo localizar un dibujo del pintor que había estado desaparecido por casi 100 años, donde trazó el perfil de un joven en el reverso de una postal. La anécdota del extravío o del olvido están impregnadas en la marca del artista: cuando en 2012 se supo que la obra “Mujer sentada con sombrero rojo” había permanecido olvidada durante casi medio siglo en el depósito de un museo de los Estados Unidos.

Y si no es por nuevos descubrimientos -este año, a través de rayos X se encontró una obra escondida bajo el cuadro “La pobreza agazapada” atribuida a su amigo el artista Rusiñol-, las que hablan son las acciones en clave criminal, como cuando en 2019 un estudiante universitario rasgó por la mitad la obra “Busto de una mujer” exhibida en una galería luego de romper el vidrio protector -alegó que se trataba de una “perfomance” aunque más tarde aceptó la intencionalidad del delito- o la pena que recibió el matrimonio de Pierre Le Guennec, el electricista de artista, y su esposa Danielle, quienes trabajaron 15 años en la residencia del sur de Francia, condenados por la tenencia de cientos de obras valoradas entre 60 y 100 millones de euros.

En estos 140 años la marca Picasso rebasa los límites de su apropiación cultural: desde hace años un modelo de auto de una reconocida marca lleva su nombre, inspirado en el modo en que el artista rompió con las formas pictóricas. Si de cosas raras se trata, Picasso también es una firma que circula con fuerza en el mercado negro con falsificaciones que aparecen cada año, además de las complejas situaciones relativas a derechos que llevaron a su hijo Claude a crear una administración para ordenar el tema. Picasso, por las buenas o las malas, siempre está presente.

Guernica

Además de innovador en las formas y los colores, impulsor del cubismo, Picasso también fue un hombre de trasfondo social como quedó plasmado en la extraordinaria síntesis de la primera mitad del siglo XX que construyó en el “Guernica” (1937) al denunciar el bombardeo y exponer el horror que supuso la Guerra Civil española, un emblema que para muchos también anticipaba lo que ocurriría en la Segunda Guerra Mundial, o en palabras de Picasso, “un instrumento de guerra ofensivo y defensivo”.

Hijo del pintor y maestro José Ruiz Blasco y de María Picasso, un 25 de octubre de 1881 nació Pablo Ruiz Blasco y desde edad muy temprana deslumbró entre sus partes. A los 13 años pintó “La niña descalza”, encarnación de la inspiración que marcaría muchas de las obras protagonizada por figuras femeninas, esas que hoy se cotizan en millones de dólares: “Mujer frente al espejo”, “La mujer que llora”, “Las señoritas de Avignon”, Pablo Picasso expresa la imagen más expresada del imaginario colectivo sobre el genio creativo: apasionado, contradictorio, polémico. Se sabe que vivió como quiso y donde quiso, en chateux, palacios, al pie de las colinas, a orillas del mar. Cada uno de esos lugares quedó plasmado en sus obras, pero quizá las etapas más claras puedan reconocerse con sus parejas porque para cada etapa Picasso tuvo una mujer, una amante o una modelo musa que cultivó un período pictórico. Eva Gouel a quien le dedicó “Amo a Eva”; Olga Khokhlova, bailarina y su primera esposa, por ese entonces el artista pintaba cuadros que representan madres y niños y pintó “La danza”; Marie-Therese Walter, quien modeló en varios retratos -entre ellos la última subasta millonaria- o Dora Maar, a quien dedicó un retrato que lleva su nombre; Françoise Gilot y su última mujer fue Jacqueline Roque, que se suicidó años después de la muerte del pintor.

Y hablando de mujeres, Picasso tampoco está exento de críticas de misoginia. Desde hace algunos años saltaron a la luz numerosas voces que se expresaron en contra de su maltrato contra las mujeres, incluso este mismo año una acción silenciosa de estudiantes de arre denunció la “falta de conciencia política” o de perspectiva de género del Museo Picasso de Barcelona. “Todas esas mujeres no están posando como una simple modelo aburrida. Están atrapadas en la trampa de esos sillones como pájaros encerrados en una jaula. Yo mismo las he aprisionado en esa ausencia de gesto”. Esa ferocidad enunciativa, la misma que colectivos críticos han reconocido en la forma en la que desfiguraba las representaciones femeninas en sus obras, es una de las frases que todavía resuenan de la biografía de Françoise Gilot, quien fue su pareja e inspiró el film “Sobrevivir a Picasso”, protagonizado por Anthony Hopkins. También su nieta Marina escribió el libro de memorias “Mi abuelo”, donde realiza una descarnada biografía del pintor, al que ha llegado a definir como un “caníbal”.

La propia Gilot dejó una declaración contundente sobre esto, como le dijo al diario La Nación: “Soy la única mujer que dejó a Picasso, la única que no se sacrificó al monstruo sagrado. Soy la única que aún está viva para contarlo. Después de todo mire lo que les ocurrió a las otras. Tanto Marie-Thérèse como Jacqueline se suicidaron (la primera se ahorcó; la segunda se pegó un tiro), Olga se volvió histérica y casi loca. Dora Maar enloqueció”.

A 140 años de su nacimiento y casi 50 de su muerte, Picasso es considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX y su insaciable obra creativa, que todavía da sorpresas y abre nuevos descubrimientos, integra el Partenón de los genios, lugar al que solo acceden quienes se animan a inventar algo nuevo. De líneas indefinidas que otorgan la sensación de un movimiento que impregna su obra y esa capacidad emotiva que se desprende al mirarlas, quizá Picasso sea un genio porque, como dijo su hijo Claude, “se dedicó a destruir todo aquello a lo que estábamos acostumbrados y creó una nueva visión universal”.

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Artes Plásticas

Inauguración simultánea de muestras en el Centro Cultural Recoleta

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El Centro Cultural Recoleta inaugurará de forma simultánea seis nuevas propuestas artísticas, recuperando así el protagonismo de las artes visuales en ese espacio icónico de la Ciudad de Buenos Aires.

Durante esta apertura, que tendrá lugar el martes 19 de marzo en el espacio de calle Junín al 1930, podrá visitarse la nueva Sala 1, que llevará el nombre de Sala Histórica, destinada a narrar la historia de la institución y que a su vez albergará un homenaje a los artistas míticos en la vida de la Recoleta.

Obra de León Ferrari

El primero de ellos será León Ferrari, que regresa al Centro Cultural después de 20 años con la exposición de dos de sus obras originales: “Rosas” y una segunda pieza sin título (caja collage con mariposas), en colaboración con la Fundación Augusto y León Ferrari. . Arte y Acervo.

A continuación se desplegará en la sala 3, llamada Sala Abierta, la exhibición “Nueva edición Argentina. 1999-2024, 25 años de edición independiente”, curada por Damián Tabarovsky, con una mirada sobre la producción de libros, el papel de las editoriales independientes y la exhibición de primeras ediciones con más de 50 tapas de libros.

Luego se podrán encontrar cuatro muestras de arte contemporáneo argentino propuestas por el nuevo equipo de programación de Visuales del Recoleta, integrado por los curadores Carla Barbero y Javier Villa, con la producción de Verónica Otero.

El Pelele 2400

Con curaduría de Barbero llegan las exhibiciones “Centinelas”, de la artista Victoria Liguori (sala 4) y “La multitud agazapada”, de El Pelele (sala 10).

Liguori presenta una serie de dibujos que abordan la relación entre cuerpo y tecnología desde la ciencia ficción. El Pelele dará a conocer diez obras, entre pinturas e instalaciones, desde una narrativa que oscila entre lo monstruoso y lo romántico.

Cafe bajo la influencia, de Bruno Gruppalli

Con curaduría de Villa inauguran “Función privada”, de Bruno Gruppalli (sala 6), con pinturas de gran formato protagonizadas por personajes solitarios sentados a la mesa de algún café concert, donde experimenta con nuevos protocolos de uso y percepción del espacio pictórico, y “Odaraia”, de Jazmín Berakha (sala 5), ​​una de las artistas pioneras en la reelaboración contemporánea de disciplinas como el bordado, el tapiz o el pachtwork , técnicas que habían sido relegadas al ámbito doméstico.

Expresaron los curadores: “Iniciamos la programación 2024 con cuatro artistas que exploran en profundidad la representación del cuerpo en la contemporaneidad. La selección se basó en una búsqueda de empatía con los cuerpos que han estado presentes en el Centro Cultural en los últimos tiempos, a través de experiencias de danza urbana, espacios de trabajo compartidos y actividades recreativas. Al destinar varias salas para las artes visuales, estas primeras exposiciones buscan generar un diálogo y una apertura a la imaginación entre los cuerpos presentes y los representados”.

Los curadores Carla Barbero y Javier Villa

Finalmente, en las salas 7, 8 y 9 comenzará la exhibición “Grupo Joven, arte y desacato en los años 50”, que recorre el camino histórico de la agrupación artística con sus primeras experimentaciones geométricas en papel construidas lúdica y colectivamente. Con obras de José Arcuri, Diana Chalukian, Alfredo Carracedo, Augusto Cuberas, Domingo Di Stefano, Eduardo Mac Entyre, Víctor Magariños D., Pedro De Simone y Miguel Ángel Vidal. Y el diálogo de ellos con artistas contemporáneos como Francisca Amigo, Amadeo Azar, Tulio De Sagastizábal, Silvia Gurfein, Cristian Mac Entyre, Roger Mac Entyre, Marina De Caro, Andrés Sobrino y otros.

(Fuente: Cecilia Gamboa – Comunicación & Prensa)

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Artes Plásticas

Reeditan los primeros libros del aclamado ilustrador argentino Pablo Bernasconi

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Por Leila Torres (*)

En tapa dura y con imágenes actualizadas, ya llegaron a las librerías las nuevas versiones de las obras del artista argentino Pablo Bernasconi que habilitan una nueva oportunidad para conocer su producción en un contexto signado por el uso de plataformas y avances de la inteligencia artificial, para disfrutar con templanza las publicaciones de “Recíproco”, “Miedoso”, “La verdadera explicación” y “El brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos”.

Luego de una revisión muy grande de los diez títulos que Bernasconi, ilustrador argentino de más de 20 años de trayectoria, tiene publicados por Penguin Random House, en la que cambió textos, tipografías y actualizó algunas imágenes prestando suma atención al detalle, los libros ya están a la espera de los lectores de siempre pero también de aquellos por descubrir.

Bernasconi (1973) se dedicó al principio al diseño gráfico y desde hace muchos años se dedica al dibujo. Ha recibido numerosos premios: fue finalista del premio Hans Christian Andersen (considerado el Nobel de la literatura para chicos) y cuenta con diez galardones por su excelencia de la SND (Society of Newspaper Design). Sus propios libros presentan personajes inolvidables que cautivaron a las infancias y cruzaron fronteras hasta llegar a Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Brasil y también India, Corea y España.

Sin embargo, su público no es exclusivamente infantil. Hace un tiempo, en Bariloche, donde vive, expone obras para adultos y también participa de BADA, una feria con distintas propuestas artísticas que se realiza en el predio porteño de La Rural. Pero más allá de esta categorización, Bernasconi sabe que para cautivar a un niño primero hay que cautivar al adulto que le alcanza el libro. “Hablemos de un niño, por ejemplo, que todavía no sabe leer. Si está acompañado por un adulto, debe haber contagio placentero de alguien que está leyendo con placer a otro. Eso es impagable”, explica Bernasconi en una entrevista con la agencia de noticias Télam.

Desde este mes, las familias podrán disfrutar de la obra de Bernasconi en ediciones de tapa dura, una asignatura que el artista tenía pendiente. “Cuando viajo, o en las ferias en Bolonia me sorprende la presencia que tienen los libros álbum; más allá de que estén buenos o malos -porque hay de todo- la tapa dura les da una jerarquía y los ubica en una temporalidad que para mí es necesaria”, explica el escritor para quien es importante “sostener al libro como objeto de belleza”.

“La tapa dura se conserva más, se sostiene en el tiempo y otra vez es más adecuado como un objeto portador de belleza”, subraya Bernasconi quien, en esta primera parte del año ve materializado en este formato los títulos “Recíproco”, “Miedoso”, “La verdadera explicación”, “El brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos”. Las historias son diversas pero todas están acompañadas de sus collages creativos, la atención del detalle y de su modo particular de jugar con los colores.

Los pequeños cambios realizados tienen que ver, precisamente, con los detalles. “Por ejemplo en ‘El Brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos’ están cambiados los fondos, ciertas tipografías y facciones de los personajes”, precisa Bernasconi. También habrá cambios en “El infinito”, que se reeditará en el segundo semestre, incluirá códigos QR con explicaciones. “Son detalles, pero a nivel de edición son muy importantes. Con el correr del tiempo, los fuimos dejando de lado y este era el momento de atesorarlos”, agrega el ilustrador.

“Miedoso” cuenta la historia de Nina, una pequeña que debe enfrentar el miedo de tener un monstruo bajo la cama. La historia induce a reflexionar para qué sirven los miedos y si es posible ser valiente todo el tiempo. En diálogo con Télam desde Bariloche, Bernasconi asegura no haber sido un niño miedoso. “Crecí acá y tenía una relación con la naturaleza con ciertas cosas de bastante peligro. Y la verdad que no recuerdo haber tenido miedos que me opacaran la niñez” recuerda el ilustrador y confiesa: “Los miedos vinieron de adulto”.

“Miedoso tiene que ver con la salud de mi hija en ese momento, que me inculcó un miedo con el que tuve que lidiar junto con ella y a partir de eso salió el libro o escribí este texto”, cuenta Bernasconi, cuya hija Nina (nombre también de la protagonista de “Miedoso”) fue diagnosticada a los tres años con diabetes infantil.

“El miedo no tiene que ver con las arañas o con la oscuridad, tiene que ver con el miedo a que no logres algo. Un libro así, que incluya algo que tiene que ver con la transformación, yo lo hubiese agradecido. Como padre, hubiese agradecido si lo hubiese tenido”, reflexiona el autor.

La relación con los hijos y con la infancia es una gran fuente de inspiración para estos libros de Bernasconi. “La verdadera explicación”, un libro en el que se narran interpretaciones disparatadas para distintos fenómenos, surge de un “experimento” que el ilustrador hizo con su hijo Franco cuando era muy chiquito. “Tendría cuatro años y yo le empecé a preguntar por qué surgió esto o aquello. Nos sentamos a la noche y le preguntaba por ejemplo, cómo funciona el sol. Me llamó mucho la atención el desparpajo con el que contestaba, sin titubear en ninguna respuesta. Justificando todo, hasta cosas que no sabía”, recuerda el creador.

Esa operación narrativa fue ampliándose en su libro. “Empecé a tomar nota de cómo Franco construía sus respuestas. Ahí descubrí un método que César Aira lo usa llamado ‘la fuga hacia adelante’. Lo usan los niños para hablar y justificar, no las mentiras, sino las verdades. Y dicen cualquier barbaridad pero no importa, a partir de ahí avanzan, justifican y no se puede decir ‘No, en realidad me equivoqué’. Hay que sostenerlo de manera verosímil”, explica Bernasconi.

Sus libros se caracterizan por el humor. Esto es algo que al autor le sale natural. “No es tan adrede. Hablo de esa forma y cuento las cosas exageradas. Mi forma de relacionarme con el lenguaje es el humor”, precisa el escritor y amplía: “Para mí el humor y la poesía son una combinación de elementos maravillosos que justamente la raza humana logró perfeccionar con el tiempo y generan una forma de conectar con temas actuales muy efectiva”.

La obra de Bernasconi será recibida en un contexto de digitalización y uso cotidiano de plataformas por estar dirigida a jóvenes que pasan mucho tiempo en las pantallas y tienen distintas formas de consumir productos culturales que generaciones anteriores. Pese al escenario desafiante, Bernasconi tiene confianza: “Hay obras que perduran. El tiempo pasa y, sin embargo, ahí están. Siguen siendo imbatibles. A mi hija le leía María Elena Walsh y sé que si ella tiene hijos el día de mañana, va a leerle sus cuentos. Entonces yo, como cualquier autor, aliento a eso, a una obra que pueda perpetuarse. 20 años después ya tengo una prueba”, señala.

A la hora de escribir, Bernasconi no se detiene en estas preguntas de trascendencia y perpetuación. Su compromiso es con el lector: “Respetarlo, hacerlo sentir un ser inteligente. No evaluarlo y no ser condescendiente”, explica el autor.

Además, cuenta: “No me hago preguntas tan existenciales antes de abarcar una obra porque les tengo miedo. Hago todo porque los libros sean lo más expansivos posibles. Si yo me hiciera esas preguntas previamente, quedaría congelado. Creo que uno quedaría como cristalizado en una expectativa, en una ambición desmedida y es muy difícil escribir así”, explica el escritor.

Sobre la inserción de su obra en un contexto de una ampliada digitalización, con la reciente popularización de herramientas de inteligencia artificial que producen imágenes en tiempos récord, Bernasconi apuesta a la potencia del libro. “El papel pareciera quedar cada vez más obsoleto. Lo vemos en los diarios o en revistas que se están digitalizando. Sin embargo, el libro ha sobrevivido hasta ahora”, explica y advierte que “la batalla no es con el libro digital sino con la inserción de lo superfluo y todas las plataformas que proponen algo que no es constructivo”.

En este escenario, la inmediatez que caracteriza a la tecnología podría ser una enemiga de la lectura. “La tecnología es todo rápido, rápido, rápido y que dure tres segundos. El desafío tiene que ver con la templanza de las personas de profundizar en algo y, si vos querés eso, vas a leer un libro. Si no logras profundizar, porque más que un video de diez segundos no te bancás… Y bueno, toda la humanidad va a tener que crujir sobre algo que no está bueno”, observa el ilustrador.

Con la reciente utilización de herramientas de inteligencia artificial por parte de miles de usuarios, el debate sobre los riesgos y alcances de la inteligencia artificial se expandieron hasta alcanzar el campo artístico. Y al poco tiempo, aparecieron producciones novedosas que utilizaron esta herramienta como la película “Titanic” con la estética de David Lynch o un Van Gogh hecho de inteligencia artificial con el cual se puede conversar.

Aunque le parece una “gran herramienta”, señala que “conlleva cierto peligro de uniformar todo, que todo se vea igual”. “Es una herramienta muy incipiente pero de lo que estoy seguro es de que cambia todo el paradigma de acá en adelante de lo que estamos acostumbrados a consumir en cuanto a imágenes. No se cómo, pero seguramente va a modificar la ilustración, los libros, el mercado, los derechos y el trabajo”, analiza el diseñador gráfico.

“Si es una forma de acercarse a la belleza, bienvenida sea”, señala Bernasconi, quien todavía se aferra a su estilo, colores y pincel en mano.

(*) Agencia de noticias Telam.

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Artes Plásticas

Bob Dylan expone en Londres sus grabados sobre el paisaje estadounidense

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Desde las sinuosas carreteras de la ruta interestatal de Colorado, hasta el icónico puente Golden Gate de San Francisco, cada pincelada del cantautor y Premio Nobel de Literatura Bob Dylan, que integra la serie “El camino trillado” (The beaten path) y que se exhibe en la galería londinense Castle Fine Art, lleva a los espectadores a un viaje a través del paisaje estadounidenses.

La colección de seis grabados que se exhibe ahora es el último capítulo de la crónica visual de Dylan sobre paisajes que representan imágenes icónicas mientras recorre el corazón del país.

Con paisajes urbanos épicos junto a moteles de carretera, así como ferrocarriles, esta colección ofrece una visión de algunas de las imágenes más fundamentales y poderosas del paisaje estadounidense.

La serie de edición limitada Beaten Path se lanzó por primera vez en 2016 y fue el primer proyecto importante de Dylan como artista plástico.

“Las obras de The Beaten Path representan un tema diferente del imaginario cotidiano de la cultura de consumo. No hay nada que sugiera que estas pinturas se basaran en imágenes mentales que ocurren en los sueños, ni en mundos de fantasía, misticismo religioso o temas ambiguos. En cada imagen, el espectador no tiene que preguntarse si se trata de un objeto real o delirante”, describe Bob Dylan sobre la serie, citado por el blog de la galería.

“Para conmemorar este lanzamiento tan esperado, estamos encantados de ofrecerle una oferta de precio de lanzamiento en estos títulos firmados a mano”, anuncia la galería sobre las serigrafías firmadas, entre los 10 mil y los 20 dólares.

“Comprender el arte de Dylan ayuda a apreciar su singular impacto cultural. Su arte: pinturas, dibujos y esculturas de hierro reflejan su viaje creativo. Dylan, un observador del mundo, se hace eco de Warhol, Monet y los impresionistas, valorando la experiencia por encima de los detalles más finos de la imagen terminada”, asegura el texto curatorial de galería.

No es la primera vez que la obra en artes plásticas del Premio Nobel da que hablar. Se ocupó de las portadas de los discos “Music from big pink” en 1968 y “Self-Portrait” en 1970.

En 1994 la editorial Random House publicó “Drawn Blank”, una serie de dibujos del cantautor de principios de los noventa donde la expresividad fue reflejada en el papel y los colores de su arte.

Una década después, una galería alemana expuso estas mismas ilustraciones en la exhibición llamada “The Drawn Blank Series”.

Poco tiempo más tarde, la Galería Nacional de Dinamarca exhibiría cuarenta de sus pinturas acrílicas.

La Gagosian Madison Avenue Gallery expuso sus obras entre el 2011 y el 2012 centrándose en su trabajo de arte contemporáneo y la galería inglesa Halcyon ya había exhibido su trabajo con el hierro en noviembre del 2013.

Ese año inauguró Mood Swings, una presentación de siete puertas de metal creadas por Dylan quien sostuvo que es algo que siempre lo ha acompañado, pues creció en el Estado de Minnesota, donde la minería y el hierro son fundamentales.

En 2016 esta misma galería expuso parte de la serie “The beaten path” que ahora llega a la galería Castle Fine Art.

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Propietaria/Directora: Andrea Viveca Sanz
Domicilio Legal: 135 nº 1472 Dto 2, La Plata, Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA Nº 2022-106152549
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