Artes Plásticas
Leo Frino: “No hay que forzar, sino simplemente hacer y estar atento a cómo todo se va desencadenando”
Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //
No hay límites. Las páginas se abren en los márgenes de todas las posibilidades. Cada mirada se detiene en los detalles, atraviesa formas y colores, toca las diferencias que nos unen. Ahí, en ese punto de contacto, “si mirás con atención”, nacen las palabras.
“Si mirás con atención” (Editorial El Ateneo), el nuevo libro del diseñador e ilustrador Leo Frino, llegó a nuestras manos y queremos compartirlo con nuestros lectores.
Con ilustraciones que ayudan a contar una historia de semejanzas y diferencias, de diversidades que nos hacen humanos, este proyecto integral atraviesa distintos escenarios y temáticas para hacer foco en los recursos que cada quien tiene a su alcance durante el proceso de la vida.
Contarte Cultura charló con el autor para conocer los detalles de su trabajo en la producción y diseño de esta obra.
—Mirar con atención es detenerse en los detalles, en las similitudes y en las diferencias que hacen al mundo abundante y diverso. Para comenzar esta charla hagamos foco en los protagonistas del libro “Si mirás con atención”, tu nuevo proyecto integral. ¿Qué hilos invisibles creés que conectan a todos tus personajes?
—La forma geométrica del triángulo debe ser el hilo que va conectando un poco todo. Luego, el hecho de que todos los personajes habitan y todas las situaciones (o casi todas) trascurren en este planeta.
—¿Cuál fue el disparador de la historia que reúne a estos “seres ilustrados” que se vinculan entre sí a través de las páginas de tu libro?
—El texto se fue dando un poco pensando y reflexionando sobre esta idea, que se puso de moda en el último tiempo, de la “meritocracia”. Esta falsa creencia de que si hacés mérito obtenés lo que te corresponde. Idea que no comparto pues, como trato de visualizar en el libro, no todas las personas parten desde el mismo lugar, ni tienen las mismas opciones o recursos. La vida es muy azarosa a veces y poco otras tantas, es decir, en muchas ocasiones damos por sentado cosas, pero es solo porque las vemos desde nuestra mirada. Deberíamos detenernos un poco y darnos cuenta de que, por ejemplo, alguien inventó la luz eléctrica y gracias a eso tenemos luz de noche apretando un botón que nos permite estudiar o trabajar cuando afuera hay oscuridad, o que tenemos fuego fácil con fósforos o en una hornalla y podemos cocinar más rápidamente. Son cosas que están desde que nacemos, pero que no siempre estuvieron ahí. Incluso, hoy en día hay lugares donde se dan situaciones o condiciones poco dignas. Y yendo un poco más, si visualizamos desde un lado económico o financiero, hoy en día una persona en Argentina tiene que hacer mucho más esfuerzo o dedicar más tiempo para obtener la misma plata (o recurso) que otra persona en, por ejemplo, Francia, Alemania o Canadá. Eso no parece pero condiciona, y ahí es donde critico esta idea de hacer mérito y ya, pues depende de donde hayas nacido, cómo, en qué condiciones te desarrollaste y que oportunidades te esperan. A veces no alcanza más allá del esfuerzo hecho y su posterior mérito correspondido. Ejemplos de esas distintas desigualdades invisibles hay miles, entonces, en torno a eso, fue saliendo la historia.
—¿Cómo fue el proceso de darles vida a esos personajes en los que se destacan los rasgos geométricos?
—El proceso fue divertido porque inició como un juego. Tenía unos pájaros hechos con triángulos hace un tiempo, y un día volví a verlos y me dije “¿y si armo más?¿Cuántos podré armar?”, y así fui creando varios, cambiando un poco las formas, combinando colores, pero siempre como algo experimental, es decir, estaba en una búsqueda sin mayor ambición más que divertirme y jugar un poco. En un momento decidí que ya tenía muchas aves y empecé a armar personajes basados en animales terrestres. El desafío siempre fue el mismo, saliendo de un triángulo, hasta donde podía llegar con pocas formas, limitando un poco ese recurso y mayormente combinando colores. En un momento sentí que ya tenía bastantes y el proceso fue terminando en su primera instancia, que era la de explorar, abrir y recopilar.
—Los colores, las texturas y los tamaños también son protagonistas en esta historia, ¿creés que te ayudaron a contar?
—Sí, claro. Durante el proceso de crear fui armando varios personajes y casi sin darme cuenta tenía muchos, parecidos pero diferentes, y una historia para contar. Creo que debe haber habido un momento donde ambas cosas se cruzaron, es decir, tenía una historia sobre similitudes y diferencias y personajes parecidos, pero distintos entre sí. Me pareció que ambas cosas se potenciaban recíprocamente, desde el lenguaje, desde el concepto. Porque aparece esto que decía, a veces parece que tenemos ciertas libertades, pero también tenemos límites, parece que somos iguales, pero ves que somos distintos. Y esto lo veía en las ilustraciones y en el texto, era inevitable que se junten.
—Y en ese proceso también había que hacer espacio a las palabras, ¿de qué manera lograste esa fusión?
—La fusión se dio de forma natural. Cuando visualicé que esas ilustraciones encajaban en el texto, todo se fue abriendo para que la historia tome forma de libro. Ahí apareció la parte de diseño y editorial, que fue ir partiendo el texto en el formato libro y, en base a eso, revisar las ilustraciones que tenía, ver si había que generar nuevas, ajustar o modificar alguna, etc. En esta etapa el juego es menos, porque aparece la parte del oficio, de ponerse el overol y trabajar y trabajar, aunque, esto es lo lindo que tiene esta profesión, siempre nos da la opción de que el trabajo se haga de una manera divertida, todo el tiempo da lugar, en alguna parte, a jugar. Así que las cosas van apareciendo en el hacer, es como que no hay que forzar sino simplemente hacer y estar atento a cómo todo se va desencadenando y hacia dónde va yendo o decantando todo lo logrado.
—¿Con qué técnicas trabajaste para llevar adelante este libro álbum?
—Trabajé con ilustraciones geométricas, y de forma vectorial. Soy fan del Illustrator.
—La mirada y la atención son los ejes que sostienen el libro, hay que “mirar con atención” para ver los detalles que nos rodean. ¿En qué escenarios de la vida cotidiana te inspiraste para recrear tus escenas de ficción?
—En situaciones de la vida diaria, o personas y sus vidas diarias. Pero traté de no personalizar tanto, sino pensar en figuras colectivas: la gente que trabaja, que estudia, la que hace deportes, la que no, etc. Me gusta escalar, veo que es un deporte que aprovecha mucho las capacidades de cada persona: si sos flaco, está bueno porque sos liviano; si sos grandote, tal vez tenés más fuerza o resistencia; si sos alta, llegás alto o lejos sin tanto esfuerzo, pero movimientos cortos te complican; y si sos más petisa, al revés. Es como que no hay un ideal para practicarlo, sino conocer tu cuerpo, con qué recursos contás, y luego cómo los usas. En base a eso, vas a ir moviéndote de una u otra forma. Eso lo tenía presente todo el tiempo. Ese concepto de que todas las formas están bien y te van a llevar a destino si te conocés y sabés moverte.
—¿Quiénes colaboraron en el nacimiento de este libro una vez que tuviste la idea terminada?
—Cuando armo algo, siempre se lo muestro a Luli, mi pareja, que es el primer filtro fuera de mis ojos. Luego, el texto lo compartí con mis amigas Bar, Maricel, Martina y Vero, que fueron aportando correcciones de redacción y opiniones o pareceres. Todo eso fue súper útil y bienvenido, y me ayudó para pulir y ajustar el texto. Por último, el toque final se lo dio Marina, editora de El Ateneo, que hizo los últimos ajustes junto a la gente de la editorial. También, no menor y en el medio entre tener la propuesta terminada y la publicación con la editorial, apareció ADA (Asociación Argentina de Dibujantes) que generó un catálogo de propuestas editoriales para mostrar a editoriales en la Feria del Libro de Buenos Aires. Gracias a eso, pude dar a conocer la propuesta que finalmente se editó.
—Si pudieras elegir una palabra que resuma el espíritu del libro, ¿cuál sería y por qué?
—Supongo que sería “respeto”, por todas las otras personas con quienes convivimos. Respeto por quienes son distintas a cada quien, por sus historias de vida, por sus devenires. Conocer distintas realidades nos va a permitir tener mayor empatía.
—Para terminar, contanos qué caminos te gustaría que tome tu libro. —Sería buenísimo que pueda ser bien recibido y trabajado en escuelas. La intención del libro es que sirva para eso, para generar reflexión, debate, empatía. También, al tenerme como autor integral, me gusta que pueda circular por la mayor cantidad de lugares posibles, ya que así me permite mostrar no sólo mi ilustración, sino cómo pienso y veo el mundo.
Artes Plásticas
Dos muestras unidas por el arte y el feminismo
Un grupo de artistas argentinas y alemanas se unen en un concepto y dos muestras: “Mixxturar” y “Juntas”, un diálogo entre los colectivos feministas Nosotras Proponemos y Fair Share! for Women Artists Berlín.
Dos exhibiciones, curadas por Julie August, que ponen de manifiesto que las temáticas sobre diversidad y género, se hermanan en el mundo del arte para crear una demanda potente y colectiva: un reparto más justo tanto de las condiciones de visibilidad como de las económicas.
Con el apoyo de la Embajada alemana en Argentina, llegan especialmente al país Ines Doleschal, Rachel Kohn y Verena Kyselka. Ellas expondrán en “Mixxturar” sus obras junto a sus pares argentinas María Causa, Marina De Caro y Alicia Esquivel, desde el 21 de noviembre, en Casa Bolívar, un espacio ubicado en San Telmo dedicado a albergar proyectos que toman la propia casa como protagonista de la exposición, desafiando el concepto del cubo blanco en el arte.
En ese marco, se mostrarán obras de arte, objetos y documentaciones del activismo de cada una de las seis artistas generando una conversación en cada rincón.
Las artistas convocadas, de destacada trayectoria y reconocimiento, dedican parte de su tiempo y de su trabajo a mejorar las condiciones de visibilidad de colegas artistas, de todas las épocas, y por otra parte se abocan a tareas de cuidado.
La “mixxtura” de estas facetas en lo cotidiano se hace evidente en la muestra y se transmite también a través de un formato inspirado por la casa que cuenta con una bella cocina. Así, una noche por semana, las propias artistas invitan a compartir una comida junto al intercambio de ideas y de experiencias.
En el Museo de la Mujer
En tanto, desde el 12 de noviembre, la exhibición “Juntas” se podrá visitar en el Museo de la Mujer, con el enfoque puesto en la creatividad del activismo que nace de agrupaciones de artistas.
Documentaciones de performances y acciones en el espacio público se complementan con artefactos del activismo, como máscaras, carteles, stickers y material impreso de los colectivos Nosotras Proponemos y Fair Share! for Women Artists.
Además, durante la muestra, se realizará una performance participativa y una charla con la investigadora y curadora Andrea Giunta.
Artes Plásticas
Tercera acción del “Taller Total” en el Teatro Argentino
El Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti realizará el sábado 2 de noviembre a las 18, en la terraza del cuarto piso del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino (entrada por Av. 53 e/ 9 y 10- La Plata), la tercera acción de “Taller Total”, en el marco de la última de las Residencias en Prácticas Curatoriales Contemporáneas que realiza el museo. Esta actividad forma parte de la agenda cultural del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
Para el cierre, en el atardecer del Día de los Muertos, el curador Mnemo y el coordinador Juan Simonovich prepararán el espacio para el disfrute e invitan a llevar ofrendas —una comida, una prenda, una fotografía, un cigarrillo, un deseo— para aquellos pensamientos que ya no son posibles, que ya no están. Se recorrerá el espacio mientras suena una musicalización especial con la afirmación: La pista no es un campo de batalla.
“Taller Total” consiste en tres acciones con curaduría de Mnemo y la coordinación de Juan Simonovich. El taller retoma la iniciativa de un grupo de estudiantes y docentes universitarios de arquitectura que en los setenta formaron una cátedra única y horizontal: todos enseñan, todos aprenden.
Con la coordinación de Guillermina Mongan y el equipo del Museo, las Residencias en Prácticas Curatoriales Contemporáneas surgieron este año y tienen como objetivo otorgar la posibilidad de trabajar en diálogo con el Museo a curadores que se encuentran en la etapa inicial de su trabajo.
Artes Plásticas
Mafalda cumplió 60 años: la historieta creada por Quino que dejó una huella en todos los argentinos
Por Micaela Cendra (*)
Mafalda, la niña rebelde y que analizaba el mundo de una forma única con sus pocos años de edad, cumple 60 años y este nuevo aniversario trae consigo el recuerdo inmemorable de una historieta que supo dejar una huella en todos los argentinos.
Su creador, Joaquín Salvador Lavado Tejón o mejor conocido como Quino, creó a Mafalda en 1962, pero recién el 29 de septiembre de 1964 la publicó en la revista Primera Plana.
Desde aquel momento, Quino se consagró por su forma de retratar las situaciones del mundo y del país en la figura de una niña de 6 años que odia la sopa, busca la paz y explica con ironía y estudio el mecanismo de cómo funciona todo.
Aun así, la historieta solo fue realizada durante nueve años continuos, entre 1964 y 1973, donde pasó por tres revistas diferentes.
La historia detrás de Mafalda
Todo comenzó a principios de 1960 cuando Joaquín trabajaba en Agens Publicidad, una empresa dedicada a la creación de contenidos. Por esos años la agencia pensó iniciar una campaña que promocionara electrodomésticos de la marca Mansfield, que eran producidos por la empresa Siam Di Tella.
Allí Quino realizó ocho tiras que tenían cierta relación y que buscaban promocionar la empresa, pero al tiempo los diarios decidieron rechazar las publicaciones ya que había un alto contenido publicitario.
Aun así las puertas se abrieron en 1964 cuando Primera Plana aceptó que la historieta sea publica sin la publicitaria. Desde ese momento Quino comenzó a darle vida a Mafalda y rápidamente pudo revolucionar las casas de los argentinos.
La historieta está integrada por sus amigos: Susanita, Felipe, Libertad y Manolito, su hermano Guille y sus papás. Hasta el 25 de junio de 1973, donde la tira pertenecía al semanario Siete Días Ilustrados y se le puso fin a su creación, se difundieron miles de historias detrás de los pensamientos e ideas de Mafalda.
Con el boom que generó su publicación, la historia fue lanzada en 26 idiomas diferentes y recorrió todo el mundo donde también pudieron reflejarse, en muchos sentidos, en aquella vida de la menor: “Si no haces cosas estúpidas cuando eres joven no tienes nada de que sonreír cuando estás viejo”, una de sus típicas frases.
Joaquín Salvador Lavado Tejón murió el 30 de septiembre de 2020, un día después de que se cumpliera un nuevo aniversario de la publicación de la historieta que como se mencionó anteriormente dejó y sigue dejando una huella sin precedentes.
(*) Agencia Noticias Argentinas
Debes iniciar sesión para publicar un comentario. Acceso